RESEÑA

 

NACE LA IDEA

                      Un Martes 24 de Enero de 1976, en pleno verano parte una gira artística al Sur del País organizada por Nano Acevedo de Peña doña Javiera.

Puerto Montt,Osorno,Valdivia, y Temuko es el destino del elenco integrado por Alejandro González (hoy Alejandro Masmar),Conjunto Yaguarkolla, dúo Los Zunchos, Capri y Nano Acevedo mas los jóvenes pintores Pancho Sazo y Pedro Sepúlveda con sus cuadros a cuestas.

 

Problemas de organización y difusión dificultaron el éxito de la gira y producto de la necesidad y de una gran amistad que nació entre Alejandro González, con el Grupo Yaguarkolla y Los Zunchos se decidió salir a cantar a las calles y Centro Sociales para

costear la estadía y pasajes de regreso.

 

El gran éxito que obtuvieron en alcanzar sus objetivos y sobretodo tomando en cuenta la enorme necesidad que por entonces padecía la gente de no tener espacios de reunión y comunicación, después de haber sido avasallados brutalmente tras el golpe militar, incentivó al Conjunto Yaguarkolla y Alejandro González a crear un Centro de Difusión Folclórica a su regreso a la capital, asumiendo todos los riesgos que ello implicaba, como después quedara de manifiesto tras la detención y secuestro de Alejandro González por organismos represivos.

En consecuencia se puede afirmar que esta fue la raíz de origen y nacimiento de la Peña La Fragua.

 

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MANOS A LA OBRA

 

                             Con la decisión tomada nos reunimos para acordar que La Peña La Fragua se organizaría como un colectivo de artistas con un liderazgo  democrático en contraste con el Restaurant El Fogón, primera tribuna abierta al canto popular después del golpe, y La Peña Javiera abierta posteriormente.

Este contraste fue esencial para la fuerza y coherencia del grupo lo cual terminó proyectándose en el escenario haciendo la gran diferencia, y que fue a la postre el pilar que determinó su éxito, cautivando al público que asistía en masa, ansioso de recuperar Su Voz.

Alejandro González fue nombrado Director y Subdirector el Conjunto Yaguarkolla representado por Hipólito Pirce encargado de las finanzas y relaciones comerciales y por Fernando Tamayo Hurtado como relacionador público.

 

Así fue entonces como Alejandro González se pone en campaña de contratar algún local céntrico. Visitó una gran cantidad de ellos dado que por entonces, debido al toque de queda que permaneció por 14 años en nuestro país, la gran mayoría de los comerciantes estaban abiertos a la posibilidad por la pésima situación comercial en que se encontraban producto de tal restricción. Paradójicamente esta coyuntura ahora jugaba a favor nuestro.

 

Después de visitar innumerables establecimientos finalmente se cerró un contrato con Héctor González, "El Cabeza de Chancho", antiguo representante artístico y conocido entre los periodistas de espectáculos, dueño de un local llamado El Hoyo de Arriba ubicado en la Galería de calle Merced Esq. San Antonio en el 2º piso con el número 19.

 

Ahora tendríamos que dedicarnos a adaptar dicho local para lograr una ambientación apropiada para el funcionamiento de la Peña, sin dinero alguno pues éramos la gran mayoría estudiantes. Aparte del Colectivo recibimos la ayuda de muchos amigos que por nombrar algunos que se vienen a la memoria Jorge Farias (nuestro gran mecenas), Don Teo Gomez (nos movilizaba con su taxi), Pedro Sepúlveda y Fernando Manríquez que prestaron  una gran coloboración, Pancho Erazo (encargado de la electricidad Q.E.P.D.) y su esposa Corina. Waldo González y el "Guatón Pepón" las ofician de pintores de brocha gorda y pintan de blanco la futura Peña, posteriormente pasan a oficiar como garzón con Guido Mazzari. Antonio ("El Mulero"), Pedro (hermano del rata) y Pancho Sazo artistas pintores, exponen sus óleos.

 

Fabricamos una tarima para el escenario, nuestro inolvidable Pancho Erazo y Héctor González de Cunco con "La Coneja" instalan una iluminación muy adecuada con un Dimer artesanal con varios focos de distintos colores.

En uno de los pilares los artistas pintores construyen en yeso una réplica de la Iglesia de Toconao y como adorno final se instalan varias redes de pescadores.

 

Nuestras ilusiones fueron tomando cuerpo gracias al empuje de tanta gente y ahora ya eran una realidad, estábamos listos para la Gran Inauguración se mandan varias decenas de invitaciones a muchos personajes de los medios de difusión.

Esta etapa ya estaba terminada, todo fue hecho a pulso con esa incontenible fuerza en que se apoyaban nuestros sueños. Ahora solo faltaba partir… nada nos detendría.

 

CAMBIO DE CASA

 

                            A poco andar La Peña ya era un éxito rotundo y la capacidad se hacía estrecha. Lamentablemente es el momento en que empiezan a aparecer las ambiciones e intereses del dueño del local que naturalmente movido por otras motivaciones muy ajenas a lo que era el trabajo de La Fragua, viendo la infraestructura instalada en forma gratuita mas una clientela jamás vista anteriormente que llegaba semana a semana, comenzó por subir los precios de los insumos y además pretendió rebajar el porcentaje pactado, en el intertanto calculando que sus intenciones podían ser rechazada por la organización de La Fragua, entusiasmó a otros artistas para continuar con ellos en caso que así ocurriera.

 

Naturalmente que la nueva posición del dueño fue rechazada de plano por el colectivo organizador con la excepción de algunos, y por consiguiente nos pusimos en campaña para ubicar rápidamente un nuevo lugar para no perder continuidad, con todo lo que ello implicaba, solo que ahora teníamos la gran ventaja de un numeroso público seguidor, lo que nos daba la posibilidad de lograr un mejor contrato y en forma mas rápida.

 

Fue así como Alejandro González en tan sólo una semana terminó cerrando un acuerdo con el dueño de un Bar Restaurant ubicado en el 2º piso de la Histórica Casa Colorada sobre la famosísima pastelería La Gallina.

Otra vez a adaptar el local para  La Peña con el concurso de todo el colectivo. Ahora tendríamos La Fragua definitiva, donde ya a la segunda semana de funcionamiento el público llenaba las escaleras que conducían al local, a la espera de poder ingresar y hasta ellos llegaba el sonido de la música andina del Yaguarkolla abriendo el espectáculo de la noche.

 

Finalmente no podemos olvidar el gran apoyo recibido de Radio Chilena con su programa Nuestro Canto y de su conductor Miguel Davagnino. Y como así también de Radio Cooperativa con Sergio Campos.

 

 

 

 

ALEJANDRO GONZÁLEZ

CONJUNTO YAGUARKOLLA

DÚO HUMANAYA

GRUPO MANANTIAL

LOS ZUNCHOS